Poesía para el confinamiento

Sin prisas. Sin rutinas forzadas. Sin excusas para alimentar el alma con poesía, de la mano del joven poeta Josu Buendía.

Quien lee a Josu acaba tocado por la visceralidad con la que vomita sus pensamientos.

A pesar de su juventud, este poeta posee una sensibilidad única, capaz de convertir en poema una palabra o un suspiro.

Sus versos han formado parte de artículos en varias publicaciones y ha sido el texto central de la última colección presentada en París por la firma Yolancris.

Poema de J. Buendía para Yolancris

En estos tiempos de confinamiento, creemos que sería buena descansar por un momento de las noticias y la incertidumbre.

Y vamos a hacerlo de la mano de algunos de los poemas de Josu.

Tres poemas para pensar sobre el tiempo perdido, el amor y nuestra esencia.

Poema de la cuarentena

¿Qué será lo que nos traiga el futuro?

Dos balazos y una cuneta revuelta de miseria.

¿Qué será lo que nos guarden los próximos días?

Una muerte anunciada y el apabullante olvido de un adiós sin motivo.

¿Qué será lo que nos espere cuando despertemos mañana?

El sentirnos arrepentidos sabiéndonos correspondidos,

el saber que se nos hizo tarde por ser unos cobardes.

J. Buendía

Poema a la Tierra y al yo

Sueño con el hombre que podría haber sido

y en el lugar en el que podría haber vivido,

sueño no haber coincidido, con haberme conocido;

con ser una partícula sin más, de aire, de polvo

o de olvido.

Y sueño con el hombre que soy

a diferencia del que podría haber sido

y en los paisajes donde he perecido,

sueño los versos que no he merecido,

con no haber nacido siquiera, con colorear lo sufrido, con aprender de verdad de lo aprendido, de lo vivido,

de lo perdido y otras coplas.

Por soñar los realistas me acusaron de soñador

como si la realidad acaso no fuera más que el miedo que envuelve el sueño de sentirnos vivos.

J. Buendía

Declaración de Amor

Prometo bajarte las luces del cielo

aunque sean infinitas.

Seré mejor persona sin que tú me lo pidas.

Regaré todos los días nuestro jardín para ver florecer los lirios, las rosas y el jazmín.

Prometo inmortalizar el amanecer de tu alegría

hacer de nuestro amor una religión libre

al margen de la traición y de la herejía.

Prometo ser bueno flor y.

aunque no pueda prometerte ausencia de dolor,

puedo prometer colorearlo.

Puedo prometer mi corazón.

J. Buendía

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